Viernes, 24 de octubre del 2025
El Gran Premio de México 2025 volvió a demostrar por qué es uno de los eventos más especiales del calendario de la Fórmula 1 , al combinar la pasión por la velocidad con el profundo simbolismo del Día de Muertos, una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana. En esta ocasión, el homenaje más conmovedor fue para Roscoe, el inseparable compañero canino de Lewis Hamilton, quien falleció hace unos meses.
Un tributo lleno de cariño en el Autódromo Hermanos Rodríguez
Los organizadores del Gran Premio colocaron una ofrenda dedicada a Roscoe en las inmediaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde una figura del bulldog inglés formó parte del altar junto a veladoras, flores de cempasúchil y calaveritas, símbolos del amor eterno y la conexión entre los seres que ya no están y los que aún los recuerdan.
Roscoe fue durante años la sombra inseparable de Hamilton, acompañándolo en paddocks, viajes y entrenamientos, ganándose el cariño de fanáticos y del propio piloto, quien siempre lo demostró parte de su familia.
Hamilton: “Sentía un amor que no se puede conseguir en ningún otro lugar”
Visiblemente conmovido, Lewis Hamilton, actual piloto de Ferrari, dedicó unas palabras durante su conferencia de prensa previa al Gran Premio. Recordó con ternura los años junto a Roscoe y habló del amor incondicional que solo una mascota puede ofrecer.
"Sentía un amor que no se puede conseguir en ningún otro lugar... bueno, quizás de tu madre. Te traen tanta felicidad; cada día, al levantarte o salir a pasear, siempre tienen ganas de jugar y son los seres más felices del mundo", expresó el siete veces campeón del mundo.
Hamilton también reflexionó sobre la importancia de crecer rodeado de animales y el papel que juegan en la vida cotidiana:
"Estoy muy agradecido de haber crecido con mascotas. Si algún día tengo hijos, animaría a cualquiera a tener una en casa: realmente aportan mucho cariño", añadió el británico.
Un gesto que conectó con la tradición mexicana.
El piloto se mostró agradecido por el homenaje y reconoció el significado de la ofrenda mexicana, tras conocer la leyenda que cuenta que los perros guían a las almas de sus dueños a través del río Apanohuacalula para alcanzar el descanso eterno en el Mictlán, según la cosmovisión mexica.
Hamilton no perdió la oportunidad de dejar una reflexión con un toque de humor y nostalgia:
“Probablemente, cuando nos reencontremos, seré yo quien tenga que llevar a Roscoe sobre el río… porque a él nunca le gustó el agua”.
Emoción y respeto en el paddock
El gesto del Gran Premio de México fue celebrado por fanáticos y colegas del piloto, quienes reconocieron el esfuerzo de la organización por incorporar el Día de Muertos al espíritu del evento, rindiendo tributo a quienes dejaron huella más allá de la pista.
Con este emotivo homenaje, México volvió a destacarse no solo como anfitrión de uno de los circuitos más vibrantes de la Fórmula 1, sino también como el país que sabe unir la pasión deportiva con el respeto a la vida y la memoria.
Fuente: planoinformativo.com