El hinojo es una planta medicinal de la familia de las umbelas. Con muchas aplicaciones en remedios caseros, es una gran aliada de nuestra salud intestinal.
El hinojo es una planta perenne, muy aromática, de hasta 120 cm de altura, muy ramificada, con las hojas plumosas y las flores amarillentas, agrupadas en umbelas. Es muy común en cunetas, bordes de sembrados y márgenes de bosques de tierras bajas.
Se cosechan las semillas, hacia finales de verano, y de manera más ocasional también la raíz y las hojas. Las semillas del hinojo contienen un aceite esencial, rico en anetol y con proporciones de otras sustancias como estragol y alfapineno. Las hojas contienen flavonoides y la raíz, cumarinas.
Propiedades medicinales
El hinojo es una poderosa planta medicinal que destaca por su fuerza para equilibrar las funciones del sistema digestivo, combate con éxito los trastornos estomacales y las indisposiciones tras una mala digestión, reduce la hinchazón y evita las flatulencias.
Por su acción eficaz y su sabor suave, resulta especialmente indicada para administrar a niños y bebés aquejados de molestias intestinales, retortijones, cólicos, flatulencias o para estimularles el apetito. Para ello basta con añadir unas gotas de una infusión sencilla de hinojo en el biberón.
El hinojo es al mismo tiempo un buen recurso natural para facilitar la evacuación y combatir el estreñimiento.
Favorece asimismo la emisión de orina y por tanto se aconseja a personas con tendencia a la obesidad por retención de líquidos.
Además, purifica las vías urinarias, impulsando la eliminación de toxinas y evitando la aparición de infecciones, como cistitis, uretritis u oliguria.
El hinojo es un aliado de la embarazada por su eficacia para disipar las náuseas y el mareo durante la gestación, y de la madre lactante, al aumentar la producción de leche.
Expectorante y antiinflamatoria, esta planta es muy eficaz en casos de inflamaciones oculares y bucales, especialmente de las encías.