Viernes, 22 de junio del 2018
1. No abuses del secador
Ahora que se aproxima el buen tiempo, aprovecha para dejar secar tu cabello al aire sin utilizar el secador. Aplicar calor en exceso a nuestro pelo puede hacer que se reseque y se vuelva más quebradizo, por eso es aconsejable evitarlo en la medida de lo posible. Lo mismo ocurre con otras fuentes de calor como la plancha, las tenacillas, etc.
2. No lo frotes con la toalla
¿Quién no se suele secar el pelo frotándolo con la toalla y envolviéndolo en ella después? Aunque es un gesto muy común, lo cierto es que es poco acertado. Lo ideal sería secar el pelo con la toalla pero haciéndolo con suavidad, sin frotar, pues así evitaremos darle electricidad y que se nos encrespe después.
3. Cepíllalo todas las noches
Admítelo: tu también eres de las que solo se cepilla el pelo si va a salir de casa. Sin embargo, hacerlo antes de meternos en la cama puede ayudarnos a mejorar el aspecto de nuestro cabello y a que esté más nutrido. te recomendamos desenredar y cepillar el cabello por las noches, pues esto favorece la circulación sanguínea, estimula su crecimiento y le aporta brillo. También nos ayuda a deshacernos de los cabellos que están en proceso de caída dando paso a los nuevos.
4. Cuida tu alimentación
No solo es un consejo para llevar una vida más saludable, también para tener un pelo bonito. Hay ciertos alimentos que nos ayudan a tener un pelo más sano, así como diferentes nutrientes que contribuyen a conseguirlo. Entre ellos, el zinc, el selenio, la biotina y el cobre, presentes en alimentos como la carne, el pescado, los huevos o los frutos secos.
5. Desenreda el cabello antes de lavarlo
Evitará que tu pelo se enrede mientras esté mojado (momento en el que es más fácil que se quiebre) y se formen posibles nudos. Desenredar el cabello antes de la ducha también puede ayudarnos a que el shampoo o el acondicionador penetren mejor en el cabello y logren el efecto deseado.
6. Utiliza un shampoo que se adapte a tu pelo
No tiene sentido aplicarnos un shampoo para cabello graso si no es nuestro caso o uno que nos proporcione volumen si ya tenemos una melena de leona. Cada shampoo tiene unas características específicas, por eso es importante que encajen con las de nuestro tipo de pelo. Por ejemplo, si habitúas a teñirte el cabello, es recomendable que uses un shampoo para cabellos teñidos, pues ayudan a rellenar la capa protectora que el cabello pudo haber perdido al aplicar el nuevo color y, si por ejemplo, notas que tu cabello está poco nutrido y ha perdido vitalidad, deberás utilizar un shampoo que devuelva el brillo a tu cabello.
7. Aplica a tu cabello productos beneficiosos para su nutrición
Como decíamos antes, un buen shampoo adecuado a tu cabello, es primordial para la salud de tu pelo, sin embargo, el shampoo no lo es todo. ¿Sabías que existen otros productos 'extra' que ayudarán al cuidado de tu cabello?
Aunque no lo creas, merece la pena contar con otros productos aparte del shampoo para hidratar tu cabello, como por ejemplo el acondicionador y la crema para peinar. Estos productos te ayudarán a desenredar mejor tu cabello y, por tanto, evitaremos otros daños ocasionados por un mal cepillado.
8. Termina de aclararlo con un chorro de agua fría
Esto estimulará la circulación sanguínea y ayudará a que se cierren las cutículas, proporcionando más nutrición a nuestro cabello. Igual de importante es evitar lavárnoslo con agua muy caliente, pues puede dañar el cabello. ¿Lo ideal? Lavarnos la cabeza con agua tibia.
9. Primero el peine, después el cepillo
Si utilizamos directamente un cepillo para peinar el cabello cuando aún está mojado o húmedo, no solo nos costará más trabajo desenredarlo, también podemos dañarlo. Por tanto, lo mejor es peinarlo primero con un peine de púas anchas y, una vez seco, pasar el cepillo (mejor si es de cerdas naturales).
10. Cepilla de abajo hacia arriba
¿A que tú también comienzas a peinarte introduciendo las puntas del peine por la parte superior del cabello? Pues sentimos decirte que lo estás haciendo mal. Para desenredar tu cabello por las mañanas y evitar la menor rotura posible, lo ideal es comenzar por las puntas, continuando por los medios y terminando con la raíz.