DIY: cómo hacer tu propia agua de rosas en casa

Martes, 5 de febrero del 2019

Miguel Ángel la tomaba como té y Cleopatra juraba que tenía propiedades mágicas para la piel. ¿Puedes adivinar de qué estamos hablando? Si dijiste “agua de rosas”, estás en lo correcto. No es casualidad que haya sido venerada por tantos años hasta la actualidad. Es fácil de hacer o conseguir, económica y funciona como una poción de belleza que hace maravillas por todos los tipos de pieles.

Una botella de agua de rosas pura tiene múltiples beneficios y aplicaciones. Está cargada de antioxidantes que ayudan a prevenir el daño, es un increíble hidratante, tiene propiedades anti-aging, antibacteriales y antiinflamatorias. Y, lo mejor de todo, puedes hacerla desde casa sin mayor complicación. ¿No sabes cómo? Sólo sigue estas instrucciones.

Ingredientes:

– Una docena de rosas frescas (rojas o rosas)
– 1.5 lts de agua destilada
– 1 frasco de vidrio

Instrucciones:

1. Desprende los pétalos de las rosas y lávalos delicadamente con agua tibia para remover todo rastro de tierra.

2. Colócalos sobre una olla grande y vacía el agua destilada sobre ellos.

Ahora, ¿cómo usarla? Te proponemos tres formas:

1. Como tónico facial Y es un GRAN tónico. Para este fin, te recomendamos guardarla en un atomizador y adicionarle un par de gotas de aceite esencial de rosas. Aplícalo al principio de rutina de skincare como tónico y al final de tu rutina de maquillaje como fijador. Siempre podrás traerlo en tu bolsa y usarlo para refrescarte a lo largo del día y mantener tu piel hidratada 24/7.

2. Como antiinflamatorio ¿Buscas reducir las bolsas en los ojos? Por las mañanas, moja dos almohadillas de algodón con agua de rosas fría (si la conservas en el refrigerador, siempre estará a esta temperatura). Colócalos sobre tus párpados y déjalos reposar por 5-10 minutos.

3. Como desmaquillante Derrite una cucharada de aceite de coco y mézclalo con dos de agua de rosas. Humedece un algodón en la mezcla y úsalo para remover cada rastro de maquillaje de tu rostro.

Vía VOGUE