Miércoles, 10 de abril del 2019
¿Has sentido el agobio de siempre tener prisa?¿Qué simplemente no acabas? ¿Qué los hijos, el trabajo, la casa, el emprendimiento, la relación de pareja, amigos no logran tener los resultados esperados?
Pero has pensado ¿qué pasa cuándo tenemos prisa? ¿Cómo afecta y nos afecta?
Estamos de malas: La sensación de “carecer” de algo molesta… y, cuando es algo que no puedes adquirir de “mas” es peor, Queremos estar aquí y allá.
No disfrutamos el presente: Estamos solamente en el futuro que no llega, ya que, cuando vivimos lo que esperábamos ya estamos esperando algo nuevo.
Tomamos desiciones impulsivas y nos equivocamos más. Te pasa que no viste algo importante o que por la prisa omites detalles importantes.
Los demás nos perciben inaccesibles: ¿Has estado con alguien que mientras está contigo habla de lo que le queda pendiente?¿O alguien pegado al celular arreglando pendientes futuros.. ¿Cómo te hace sentir?.
Tengo la sensación de vacío: Nada me llena porque no me doy la oportunidad de “ver” que la sensación viene de dentro y no de fuera.
Dejo de valorar lo importante: ¿Hace cuánto tiempo que no disfrutas por lo que mucho trabajaste o por quienes haces lo que haces?.
Quiero regalarte algunas reflexiones:
¿Qué tengo que hacer?
Nada, así es NADA, toma la decisión de estar aquí y a hora, donde lo que no puedo acelerar lo dejo fluir, donde sé y acepto que, no puedo hacer mas de lo que hago, y si si puedo es gracias a la organización JAMAS a mi prisa. Que cuando quiero hacer 2 cosas a la vez, una de ellas se hará con menor calidad o errores y quieres reciben ese “menos” en calidad, tiempo y emoción es la gente por la que trabajas al máximo ( incluyéndote).
Tomate 5 minutos al día, no hagas nada ( celular, TV, compañía )y entonces solo siente, y así , siente tu prisa para asquearte de ella y sabrás así que debes MAS no hacer NADA.
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NP Marcela Guevara Torres.