Miércoles, 18 de agosto del 2021
Cierto es que la cinta no es una obra maestra, mucho menos después de lo incómodo que pudo ser para la pareja protagónica (Joey King y Jacob Elordi) seguir grabando después de su ruptura amorosa en la vida real, porque siendo sinceros, salvo las escenas más emotivas, se ve que se esfumó la química. A pesar de eso es una chick flick juvenil a la par más o menos de lo que en su momento fueron Twilight o High School Musical. Una cinta para ver el fin de semana sin la petulante pretensión de querer encontrar el hilo negro del cine.
¿De qué va The Kissing Booth 3?