Lunes, 31 de octubre del 2022
El Día de Muertos es una tradición que, gracias a su magia y profundo significado, ha trascendido a lo largo de la historia y ha marcado el corazón tanto de los mexicanos como de cada extranjero que la conoce, pues en esta celebración no pueden faltar elementos icónicos que la caracterizan como el caso de la ofrenda, la cual es un altar que rinde homenaje a los seres queridos fallecidos.
De acuerdo con el Gobierno de México, el Día de Muertos en México fusiona la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos que trasladaron la veneración al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.
Se realiza los días 1 y 2 de noviembre y algo que no puede faltar en cada hogar o rincón del país son sus coloridas ofrendas que tienen como finalidad atraer las almas de los difuntos, pues éstas tienen su comida y bebida favorita, copal, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, flores de cempasúchil y una foto.
Significado de la ofrenda de Día de Muertos
Cuando llega el 1 y 2 de noviembre cada año, los familiares de los difuntos buscan honrar su memoria en estos días especiales, donde se cree que sus almas regresan para visitarlos y posteriormente continuar su camino.
La ofrenda o altar de muertos, el cual es un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo, busca compartir aquellos elementos naturales como la fruta, las flores o comida, al mismo tiempo que quiere atraer el alma del fallecido por medio de los deliciosos olores del copal o la flor de cempasúchil.
Una vez que el alma llega a la tierra con sus seres queridos, se dice que visita su ofrenda, la cual tiene su foto, y disfruta de los manjares que su familiar le dejó en homenaje.
Elementos de la ofrenda de Día de Muertos
Agua. En cada ofrenda se debe colocar un vaso de agua para ofrecerlo a las ánimas sedientas tras su recorrido. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.
Sal. Este es un elemento de purificación que sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
Veladoras. La flama que producen las velas o veladoras ofrecen luz y esperanza a los difuntos, además de ser una guía que alumbrar el viaje de las ánimas.
Copal e incienso. El copal antes era ofrecido por los indígenas a sus dioses y posteriormente el incienso llegó con los españoles. Este elemento sublima la oración o alabanza y limpia de los malos espíritus cualquier espacio donde se prenda.
Flor de cempasúchil. Además de adornan y aromatizar los altares, se dice que su característico olor atrae a las almas hacia su ofrenda.
Pan de muerto. En el catolicismo se le nombra como “Cuerpo de Cristo” y tradicionalmente este rico alimento de sabor dulce honra la llegada de los difuntos, pues al mismo contiene elementos que representan la muerte.
Fotografía del recordado. Una ofrenda no es ofrenda sin el retrato del difunto a recordar y por ello es uno de los elementos principales de los altares. La creencia dice que la foto debe quedar escondida en el altar para que supuestamente éste solo pueda verse con un espejo.
Calaveras de azúcar. Las coloridas calaveritas que a la fecha también están hechas con chocolate, hacen alusión a la muerte. Las de tamaño pequeño son dedicadas a la Santísima Trinidad y las grandes al Padre Eterno.
Fuente: culturacolectiva.com