Sábado, 6 de febrero del 2016
A continuación te damos algunas recetas caseras y fáciles de hacer para lograr una exfoliación personalizada y deshacerte de una vez por todas de esas células muertas sin dañar tu piel.
PARA PIELES SECAS
Se le conoce así a este tipo de piel pues produce en menor cantidad las sustancias que la hacen retener humedad, lo que la hace un tanto sensible a agentes externos.
Para exfoliarla, mezcla una cucharada de azúcar morena con dos de aceite de almendra (para recuperar la humectación) y aplica sobre la cara húmeda, haciendo un suave masaje circular por cinco minutos. Retira con agua tibia.
PARA PIELES GRASAS
Aquí sucede lo opuesto a la piel seca, por lo que hay que balancear los aceites naturales de tu cara sin ser demasiado agresivos.
Muele un plátano hasta hacerlo puré, añade una cucharadita de miel de abeja y mezcla. Añade el jugo de un limón y vuelve a mezclar hasta conseguir una consistencia uniforme. ¡Ojo! No te vayas a exponer al sol pues tu piel puede mancharse.
Aplica en la cara y cuello, deja que seque (con 10 minutos basta). Lávate la cara para retirar la mezcla.
PARA PIELES MIXTAS
Si algunas zonas de tu piel son secas, pero la zona T es grasa, tienes piel mixta. Utiliza exfoliantes suaves.
Mezcla una cucharada de avena con gel de sábila (de venta en tiendas de productos orgánicos) y aplica en la cara. Deja que actúe por media hora y retira con agua tibia en movimientos circulares.