Domingo, 6 de marzo del 2016
Desde su aparición, las impresoras 3D han sido de gran ayuda a la medicina creando desde prótesis funcionales hasta huesos a la medida, pero los científicos quieren ir por más. El nuevo desafío de las impresoras 3D van por crear órganos humanos que se puedan imprimir en máquinas especiales y, a través de los cuales se terminaría no sólo con las grandes listas de espera para los trasplantes, sino que también con la mayoría de los casos de rechazo.
Cómo funciona la impresión de órganos en 3D
La impresión de órganos humanos tienen varias etapas. Primero, los científicos toman muestras de tejidos o células madre del paciente, las que se cultivan en laboratorio esperando que se multipliquen.
A continuación, estas células se transforman en una especie de tinta biológica, que es la que se utiliza en la bioimpresión. Las impresoras, están programadas para crear diferentes órganos, todo a la medida de lo que requiere el paciente. Se imprime un modelo de estas células, ya diferenciadas para su uso, en tercera dimensión, para luego implantarlas en el cuerpo humano, esperando que se fundan con las células ya existentes, reemplazando al órgano que falla.
No se imprime un órgano tal como lo conocemos, sino que conjuntos celulares que son capaces de realizar los procesos que no están funcionando como deben por el fallo del órgano encargado.