Sábado, 2 de abril del 2016
Fumar es, sin dudas, uno de los peores hábitos que podemos adoptar. Se sabe de sobra que el cigarrillo es veneno para nuestro cuerpo. Pero abandonar ese vicio es realmente un trabajo difícil. Se requiere de mucha voluntad y tenacidad. Especialmente las primeras cuatro semanas, donde los síntomas de la abstinencia de la nicotina pueden hacer flaquear hasta al más fuerte.
20 minutos: Tu pulso, presión sanguínea y temperatura de manos y pies, regresan a rangos normales.
8 horas: El restante de nicotina que queda en tu cuerpo baja al 6,25%.
12 horas: Los niveles de oxigenación de la sangre vuelven a sus niveles normales.
1 día: Tus niveles de ansiedad llegan al máximo y tomará dos semanas antes que vuelvan a la normalidad.
2 días: Las terminaciones nerviosas dañadas empiezan a regenerarse y tu sentidos del olfato y gusto se normalizan. Tu rabia e irritabilidad, producto de la falta de nicotina, llega a su nivel más alto.
3 días: Si te realizan un examen, no se detectarán rastros de nicotina. El 90% de la nicotina ya fue sintetizada y eliminada a través de la orina. Tu ansiedad y ganas de fumar aumentan. El funcionamiento pulmonar comienza a mejorar.
Una semana: Tendrás al menos tres episodios de fuertes deseos por fumar durante el día, los cuales tendrán un máximo de 3 minutos de duración, aunque te parecerán horas.
10 días: Tus episodios de desenfrenado deseo por fumar se reducen a 2 por día.
2 semanas: La circulación sanguínea en tus encías vuelve a la normalidad, tu adicción y ganas de volver a fumar dejan de controlarte.
Entre 2 y 4 semanas: Los síntomas psicológicos por la abstinencia de nicotina (ansiedad, irritabilidad, insomnio), terminan.
3 semanas: Tus receptores de acetilcolina, que controlan la respuesta de tu cerebro ante la nicotina, se regulan y la unión entre los receptores ya es normal.
3 semanas a 3 meses: Tu circulación sanguínea mejora y, la tos de fumador desaparece. Moverse se hace más sencillo.
8 semanas: Si bien puedes haber subido de peso, la resistencia en la insulina en fumadores se normaliza.
Entre 1 y 9 meses: La congestión, fatiga y falta de aliento decrece fuertemente. Los cilios pulmonares vuelven a crecer y son capaces de manejar la mucosidad, manteniendo los pulmones limpios, evitando infecciones.
1 año: Tus posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, disminuyen a la mitad de la de un fumador.