Jueves, 12 de abril del 2018
Los miembros de la realeza son seres humanos comunes y corrientes como todos, pero con privilegios económicos y diplomáticos como pocos. Sin embargo, en el pasado se creía que los miembros de la realeza eran de sangre azul.
La convicción y la necesidad de los aristócratas de ser superiores era tan profunda que siempre usaron su asumida superioridad como evidencia para insistir en que son biológicamente distintos. Y técnicamente sí lo eran, te explicamos por qué.
Este término fue utilizado por primera vez en España en el siglo IX, cuando los nobles demostraban su pureza al sostener en alto su espada y mostrar las venas azuladas bajo la piel pálida de su muñeca.
De allí el famoso término de príncipe azul, pues además denotaba la "pureza" de no haberse mezclado nunca con judíos. La sangre "azul" también distinguía a la realeza de los trabajadores, ya que gracias a las largas jornadas bajo el sol, su piel era menos blanca y por lo tanto, sin notorias venas azules.
Esta obsesión por mantenerse "puros" los llevó a casarse entre familiares y concebir hijos con diversas enfermedades, entre ellas la hemofilia, un extraño padecimiento que, según un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se presenta en 1 de cada 20 mil nacimientos.
Una de sus características principales es que provoca una mala coagulación de la sangre, por lo que cualquier golpe o inconveniente puede resultar muy peligroso.
El caso más famoso de hemofilia en la realeza fue el del último heredero al trono de Rusia, el pequeño Alekséi Románov, hermano menor de la famosa Anastasia Románov.
Alekséi padecía de hemofilia por herencia de su madre, Alejandra Fiódorovna Románova, nieta de la reina Victoria del Reino Unido y también transmisora de esta enfermedad. Se dice que los doctores no le daban ninguna esperanza de vida más allá de los dos años, sin embargo su madre intentó hasta lo imposible para lograr que viviera más tiempo. Gracias al famoso Rasputín, quien se convirtió en su principal curandero, Alekséi vivió hasta los 13 años.
Esto quiere decir que la calidad de vida de la realeza de antes ha cambiado mucho con la de ahora. Claro que por un bien y la verdad es que el indice de mortalidad era demasiado bajo.