Jueves, 8 de diciembre del 2022
Así como hay quienes dicen que ‘no nacieron aprendiendo a ser padres’, hay quienes ‘no nacen sabiendo cómo lidiar con un extraño en una cita’, porque ajá, aunque hayan pasado los años y hayamos tenido miles de experiencias y anécdotas para contar a nuestros amigos, siempre hay algo -por alguna extraña razón- que nos pone nerviosos en una cita, sobre todo cuando se trata de empezar a conocer a alguien desde cero.
Y sí, actualmente existen muchas apps de ligue creadas precisamente para romper el hielo y conocer a más gente de manera virtual, las cuáles si todo marcha bien y existe una verdadera conexión, ayudan a entablar un acercamiento quizá más cercano, sin embargo, aún queda ‘ese algo’ que da estrés, porque nadie nunca fue a la ‘escuela de citas’ a aprender a cómo reaccionar ante cualquier situación.
Por ejemplo, típico que hace años todavía se romantizaba la idea de ir al cine en una primera cita, ¿poooor? En primer lugar, ver una película no ayuda en nada a conocer a alguien, pues lo único que se hace durante esas dos horas es fijarse en una pantalla y ya. Si acaso al final de la peli comentaban sus impresiones, ya era una ventaja, pero, ¿realmente profundizaban en conocerse? la respuesta es no. En segundo lugar, ¡qué aburrido!, no estoy diciendo que ir al cine es aburrido, lo que quiero decir es que si encuentro atractiva a una persona lo único en lo que pienso es en conocerle y saber qué le apasiona y qué no.
Pero vámonos por partes, pues en gustos se rompen géneros y además no a todas las personas les pasa lo mismo. Aunque casualmente hablando con amigas llegamos a las mismas conclusiones de que nos hubiera gustado saber lo siguiente sobre las citas pese a que a lo largo de nuestras vidas hayamos experimentado varias. Y ojo, también están los que quizá tuvieron una relación estable de muchos años, terminaron y de pronto se encuentran en ese dilema de si salir en un date o no porque no saben si les parecerá aburrido el hecho de literalmente preguntar (de nuevo): ¿Qué música te gusta? o ¿Cuál es tu libro favorito?.
1. Usa tu imaginación
No importa si eres una persona extrovertida o introvertida, echa a volar tu imaginación y encuentra un lugar agradable para platicar con tu date. Ya sea en un cafecito temático, en un parque o hasta en un evento en tu ciudad, la creatividad puede marcar por completo esa cita.
2. No importa si ese día te salió un barrito
Basta de pensar en ‘qué dirá' esa persona si se fija en el enorme barro que me salió en la frente. Tampoco importa si eres una persona bajita de estatura, muy alta o si te gusta vestirte de cierta manera. La idea es simplemente ser muy transparente con lo que eres.
3. Si detectas red flags, ¡corre!
Hay que normalizar la idea de huir en caso de que exista algo que te incomoda, no te gusta o incluso hasta te hace sentir insegura. Hay que parar con ese concepto de compromiso o con el hecho de ‘tener’ que quedarte hasta el final solo porque se trata de una cita romántica. No temas escapar.
4. ¿Solo buscas pasar el rato? ¡Hazlo!
Debemos liberarnos de esa idea que juzga cuando alguien tiene sex* en la primera cita. Siempre y cuando se llegue a un acuerdo y ambos estén tranquilos, seguros y confiados en lo que quieren hacer, no hay que satanizar la diversión de un día. Quien quita y la conexión es tan fuerte que hasta encuentras al amor de tu vida, ¿o no?
5. Normaliza las preguntas incómodas
En una cita tradicional siempre nos limitamos a hacer preguntas superficiales como: ¿Cuál es tu banda favorita? o ¿Qué película has visto últimamente? Bye a ese tipo de cuestionamientos y hola a preguntas más reales y profundas como: ¿Cuál es tu mayor miedo? o ¿Por qué tus relaciones pasadas no funcionaron? Claro, no hay que caer en temas muy íntimos desde el día uno, pero es válido cuestionarse cosas importantes.
Tip extra: ¡Diviértete!
Sabemos que quizá al tener 30 y tantos años o más te da pena el hecho de salir en una cita, pero la realidad es que somos seres humanos con ganas de entablar conexiones personales (sean las que sean) y por ello lo único importante es abrir la mente para relajarse y divertirse, siempre y cuando existan precauciones, porque por otro lado sí hay que tener en cuenta ante todo la seguridad en caso de tener en frente a un extraño.
Fuente: culturacolectiva.com