Viernes, 9 de junio del 2023
Tal vez eres adicto a pelear y no te habías dado cuenta. Esta adicción se conoce como “conflict addiction” (o adicción al conflicto) y puede causarte problemas en el trabajo, con tus amigos y en todas tus relaciones.
Todos conocemos a esa persona a la que la encanta discutir, que siempre quiere ganar y para la que cualquier tema se puede convertir en un debate furioso, y que nos hace temer por su vida porque parece no tener filtro o conciencia de que algunas cosas puede terminar mal, pero no siempre es evidente que eso puede venir de una adicción al conflicto.
Es normal tener peleas de vez en cuando, temas que hacen que sientas que vas a explotar y situaciones en las que hay que hacer un esfuerzo grande para controlarse y no golpear a quien está enfrente. De hecho, pelear y tener algunos conflictos puede ayudar a fortalecer las relaciones y a crear mejores estrategias de comunicación para ser mejores parejas, pero cuando eso llega al extremo o es lo que siempre pasa, entonces se convierte en un problema.
Y lo que pasa con la adicción a pelear es lo mismo que pasa con otras adicciones, el primer paso es aprender a reconocer que la tienes, para que puedas hacer algo al respecto y dejes de vivir en un pleito eterno.
Las señales y cómo lidiar cuando eres adicto a pelear
De acuerdo con Exploring Your Mind, las personas que son adictas a pelear, o que tienen adicción al conflicto, están en una especie de guerra contra ellos mismos, y uno de los principales problemas es que cualquier cosa los puede explotar, lo que genera muchos roces, problemas y estrés.
Y el problema no solo es interno, el sitio explica que estas son personas que tienen la capacidad de generar un ambiente tóxico, afectan negativamente a las demás personas y pueden causar mucha tensión, haciendo que hasta un problema pequeño se convierta en una batalla. Y al tratarse de una adicción, es algo que no siempre pueden controlar o frenar.
¿Cuáles son las señales de la adicción al conflicto?
Arriesgar todo por una pelea
De acuerdo con SoberRecovery.com, se trata de personas que no saben cómo quedarse calladas y que activamente buscan una discusión por la emoción que eso genera, incluso sabiendo que esto puede costarles el trabajo, una amistad o una relación. Es la persona que saca temas polémicos en una reunión familiar, que suele meter el “dedo en las heridas” y que sabe exactamente qué decir para que los demás exploten.
Dificultad para controlar las emociones
Todo es grande, todo es explosivo, la furia se desata fácilmente y se manifiesta de manera grande y evidente. No poder controlar las emociones es una señal de una inteligencia emocional que no se ha trabajado, pero también puede ser el resultado de la adicción al conflicto, donde se permite que las emociones lo controlen todo. Dentro de esto, también hay poca tolerancia a la frustración
Manipulación, control y falta de empatía
La idea no es la de pelear con uno mismo, así que otra señal puede ser cuando alguien constantemente causa problemas intencionalmente, cuando critica a otros, comparte rumores, con la intención de desestabilizar y de tener el “terreno alto” en una pelea, como una forma de asegurar la victoria. Por otro lado, esto también va de la mano con la falta de empatía, y la dificultad de ver o entender lo que los otros sienten o el impacto que las acciones propias tienen en los demás.
¿Qué puedes hacer al respecto?
Evita discutir o querer resolver cosas cuando estás enojado
Es más probable que todo estalle si entras al “conflicto” enojado, así que es importante intentar calmar la mente primero, relajarse un poco y tomar un tiempo para pensar y analizar la mejor manera de lidiar con una situación o problema, entendiendo que no es necesario pelar o gritar para resolverlo.
Intenta entender de dónde vienen tus emociones
No solo hay que reconocer el problema, también hay que entender qué lo está causando, de dónde viene esa necesidad de pelear y qué es lo que detona la adicción, ya que tratar los síntomas sin atender la causa es solo una “cura” temporal y no se enfoca en el problema real.
Practica la meditación y el mindfulness
Respira, relájate, saca un libro para colorear, escucha música, corre o medita de manera tradicional, el objetivo de esto es que puedas calmarte a ti mismo, reducir el nivel de estrés y la ansiedad por pelear, para que también puedas poner las cosas en perspectiva y puedas tomar mejores decisiones sobre la manera en la que actúas y responden en los conflictos.
Comunícate y escucha
La comunicación es esencial para conocer a los demás, para relacionarte mejor y para resolver todo tipo de problemas. Es importante que digas lo que sientes y lo que piensas, y que te sientas escuchado y valorado, pero también es importante que hagas espacio para que los demás también puedan expresarse, creando un espacio de respeto y aceptación.
Busca otras cosas que te llenen
¿Pelea te encanta y hace que te sientas vivo y lleno de energía? Busca otra cosa que te haga sentir así, ya sea un deporte, una actividad o un nuevo hobby. La idea es que puedas reemplazar malos comportamientos por otros que sean buenos y que aporten algo positivo.
Fuente. gq.com