Jueves, 13 de julio del 2023
¿Tienes una relación abusiva? Muchas personas pueden estar en una sin saberlo, ya que todavía existe la creencia de que el abuso tiene que ser físico para que cuente como abuso o para que la relación sea tóxica o peligrosa.
Lo que pasa con las relaciones tóxicas y abusivas es que se pueden presentar de muchas maneras distintas, y hay tipos de abuso que no necesariamente dejan ojos morados o marcas en el cuerpo, pero eso no los hace menos dañinos o negativos.
Afortunadamente, es un tema del que se ha estado hablando un poco más (aunque todavía hay mucho que no se dice, que no se entiende y que no se comparte), lo hemos visto en series como Maid (con Margaret Qualley) y Big Little Lies (con Nicole Kidman) y con películas como Sleeping With the Enemy (de las mejores de Julia Roberts), pero también en las redes sociales y hasta en algunos documentales de Netflix.
Esto ha generado muchas conversaciones al respecto y ha ayudado a muchas personas a darse cuenta de que lo que están viviendo no es aceptable y tampoco está solo en sus mentes, pero a veces también necesitamos una lista de “síntomas” o señales para tener las cosas más claras.
Y cuando se trata de relaciones abusivas (que van más allá de las tóxicas), aunque pueden ser distintas, hay algunos puntos en común que las identifican.
Relación abusiva: 10 señales para identificar si estás en una
Lovebombing
De acuerdo con la Cleveland Clinic, esto se trata de “una forma de abuso psicológico y emocional que involucra a una persona que va más allá por ti en un esfuerzo por manipularte para que tengas una relación con ella. Se ve diferente para cada persona, pero generalmente involucra alguna forma de: Halagos y elogios excesivos. Exceso de comunicación de sus sentimientos por ti. Bañarte con regalos innecesarios/no deseados. Tempranas e intensas charlas sobre vuestro futuro juntos”.
Se trata de hacerte creer que eres muy amado, que eres el sol y las estrellas para la otra persona y que solo piensa en ti y tu felicidad, como una forma de manipular y de evitar que puedas notar comportamientos que no son correctos.
Necesidad de control
No es lo mismo tener límites sanos que querer controlar cada aspecto de la vida de la otra persona, como lo que usa, los amigos que puede tener, lo que puede hacer en sus redes sociales o lo que hace para ganarse la vida.
El control busca aislar a alguien, ejercer poder y dominar, lo que deja a la persona en una posición vulnerable y dependiente de su pareja en muchos aspectos.
Gaslighting
Esta es una táctica que busca jugar con la mente de las personas para convencerlos de que lo que creen o sienten está mal, equivocado o es una exageración.
Medical News Today define al Gaslighting como “una forma de abuso psicológico en el que una persona o grupo hace que alguien cuestione su propia cordura, sus recuerdos o su percepción de la realidad. Las personas que experimentan gaslighting pueden sentirse confundidas, ansiosas o como si no pudieran confiar en sí mismas”.
Peleas constantes
Pelear es normal e incluso puede ser sano, pero cuando las peleas ya son constantes, muy violentas (física o verbalmente), se detonan por cualquier cosa y no buscan llegar a una solución, entonces estas se convierten en una situación problemática y tóxica, que puede ir escalando hasta llegar a un punto muy peligroso.
Para que una pelea/discusión sea sana, todo debe partir desde un punto de respeto y de querer llegar a una solución que sea buena y adecuada para todos los involucrados.
Siempre tienes la culpa de todo
Una persona abusiva no va a reconocer que lo es, no va a aceptar sus fallas, errores o problemas y siempre encuentra la manera de darle la vuelta a la situación, para terminar culpando a los demás de lo que está pasando, lo que también hace que ellos se sientan culpables por lo que les está pasando y lleguen a creer que ellos mismo causaron el abuso, o que están haciendo algo mal.
Insultos y abuso verbal
El abuso verbal también es abuso, esto porque busca aplastar, romper o acabar con la autoestima de la otra persona, como una forma de dejarla sin herramientas para poder defenderse o reconocer que están en una situación abusiva.
En una relación sana y con respeto no hay lugar para los insultos, las frases hirientes y que buscan hacer el mayor daño posible, de manera emocional.
Control económico
Esta es otra forma de control y de abuso, ya que es una táctica que se usa para que la otra persona sea dependiente de su pareja y para que dejar la relación sea más difícil.
Esto puede presentarse como alguien que no porta dinero para su familia, que cuenta los gastos y los limita, o incluso que empuja a la otra persona a dejar su trabajo “porque no lo necesita” como un medio para ser la única con poder económico en la relación, y usar eso como un argumento para imponer reglas y castigos.
Celos
Los celos nunca son una buena señal, ya que parten de la inseguridad, de la falta de confianza e incluso de querer controlar todo lo que hace una pareja. Es normal sentir celos de vez en cuando, pero no es normal que te hagan sentir culpable por ellos o que esto comience a afectar cosas como la privacidad y la autonomía.
Humillaciones públicas
A veces, las parejas abusivas también cometen abusos públicamente, como una manera de validar lo que dicen y hacen, y dejar a su pareja convencida de que los insultos, el control, las críticas negativas y todo lo que les pasa está bien o está justificado.
Las humillaciones públicas también son una traición a la confianza y a la privacidad de la pareja, ya que buscan incluir a personas externas para discutir situaciones o problemas íntimos o personales.
Abuso físico
El abuso físico no es el único tipo de abuso que existe, pero es muy común y es un punto al que muchas relaciones abusivas pueden llegar con el tiempo. Consiste en golpes, empujones, jalones o cualquier acción que cause dolor a los demás, incluso si no deja marcas visibles.
Fuente. gq.com