Jueves, 13 de julio del 2023
Tener amor propio suena como algo que todos deberíamos tener, pero en realidad es algo con lo que muchas personas tienen problemas, en especial cuando la dudas, la autocrítica y las inseguridades entran en juego.
Y así como tener una buena autoestima te puede ayudar en muchas cosas (como a dejar d dudar de ti mismo por todo), el amor propio también es esencial y trabajarlo debe ser una de tus prioridades (y no tiene nada que ver con el narcisismo o con ser egocéntrico).
Psych Central explica que el amor propio “significa que te aceptas completamente, te tratas con amabilidad y respeto, y nutres tu crecimiento y bienestar. El amor propio abarca no solo cómo te tratas a ti mismo, sino también tus pensamientos y sentimientos sobre ti mismo”.
Esto es importante porque, cuando tienes amor propio, entonces te tratas mejor a ti mismo, puedes lidiar mejor con los problemas o fallas, puedes establecer metas, tomar riesgos y evitar que la negatividad te aplaste o evite que luches por lo que quieres o que te esfuerces para conseguir tus metas y objetivos, incluso cuando parecen muy difíciles.
“Sin amor propio, es probable que seas muy autocrítico y caigas en el perfeccionismo y en complacer a la gente. Es más probable que tolere el abuso o el maltrato de los demás. Puede descuidar sus propias necesidades y sentimientos porque no se valora a sí mismo. Y puede sabotearse a sí mismo o tomar decisiones que no le convienen”, dice Psych Central.
La buena noticia es que esto es algo en lo que también puedes trabajar, para aumentarlo o mejorarlo en caso de que no lo tengas, y hay algunas buenas prácticas que son de gran ayuda.
El amor propio y cómo aumentarlo para ser más exitosos
Practica el agradecimiento
Ser agradecido puede ayudarte a tener una actitud más positiva, a enfocarte en las cosas buenas que tienes y a valorar tu vida, tus logros y más. Lo que muchos expertos recomiendan es que hagas una especie de lista, puede ser mental o escrita, donde intentes colocar algunas cosas que agradeces, para que puedas cambiar la perspectiva de las cosas e iniciar el día de manera más positiva.
Reconoce tus logros, aunque sean pequeños
Todo cuenta, incluso los pasos muy pequeños. El camino al éxito es largo y no todos los logros van a ser enormes y súper evidentes, así que debes tomarte el tiempo para reconocer las pequeñas batallas que ya ganaste o esas pequeñas acciones que poco a poco te van a cercando a la meta.
Esto también evita que te sientas frustrado o estancado, y a que dejes de dudar de ti mismo, por no estar donde crees que tienes que estar, y permite que te enfoques en las cosas buenas que tienes y que haces en tu día a día.
Elimina los factores que afectan tu bienestar
Siempre y cuando sea posible. Piensa en eliminar cosas como una persona que constantemente te hace sentir mal o inadecuado, esa cuenta en las redes sociales que te pone de malas o alguna parte de tu rutina que simplemente no te está funcionando y te produce mucho estrés que se puede evitar.
Reduce el estrés
El estrés es malo para la salud física y mental, puede afectar tu calidad de sueño, tu peso, aumentar el riesgo de padecer enfermedades y muchas otras cosas más, además de que no te deja pensar con claridad, es por esto que debes desarrollar técnicas o métodos para mantenerlo controlado, ya sea meditando, saliendo a correr, boxeando o realizando actividades que permitan calmar tu mente.
Cuida tu apariencia
La psicología dice que, cuando nos vemos bien, entonces nos sentimos bien, poderosos y listos para superar retos y dificultades, es por esto que, aunque la apariencia no lo es todo, debes cuidarla, empezando por tu corte de pelo, manteniendo tu barba y eligiendo bien la ropa que te pones todos los días, para que además puedas estar más cómodo y no tengas la preocupación de que algo se vea mal.
No te compares con los demás
Competir con otras personas puede ayudarte a estar motivado y a esforzarse más, pero no es lo mismo competir de manera sana que constantemente compararte con lo que los demás tienen, con lo que hacen y con cómo se ven, lo que solo hace que te sientas frustrado y que no puedas reconocer todo lo bueno que tu tienes y lo que puedes ofrecer.
Enfócate en tu propio progreso, en lo que te hace feliz y en ser la mejor versión de ti mismo, sin importar que los demás lleven un ritmo más rápido o logren hacer las cosas al primer intento.
Cambia la narrativa sobre los errores
Hay que dejar de pensar en los errores como fracasos o señales de que alguien es poco exitoso. En realidad, los errores se deben ver como oportunidades de aprendizaje y de crecimiento, para que puedas avanzar, encontrar soluciones y nuevas formas de hacer las cosas, en lugar de sentirte derrotado y con ganas de renunciar antes de tiempo.
Fuente. gq.com