Martes, 12 de septiembre del 2023
Todos en algún momento nos hemos sentido abrumados y hemos sentido la necesidad de tomar descanso en el trabajo. Ya sea por una carga muy grande de actividades o por problemas financieros, la vida profesional suele representar uno de los principales obstáculos cuando se trata de la búsqueda de salud mental. Posiblemente, eso se debe a que la mayoría de nuestro tiempo lo pasamos en el trabajo y aunque en muchos casos hay factores que impactan en el desenvolvimiento laboral —como un ambiente tóxico, escasez de oportunidades o prestaciones poco favorecedoras— en otros un cambio de rutina puede ser de mucha ayuda.
Es por eso que hemos identificado algunas señales que develan que necesitas tomar un descanso en el trabajo para refrescar tu desempeño profesional y ser más productivo en consecuencia.
1. Siempre al límite
¿Sientes que estás constantemente atacando a la gente, incluso cuando no han dicho nada malo? Estar siempre nervioso suele deberse a sentimientos de ansiedad. Cuando estás tan nervioso, el sistema alerta de tu cuerpo se activa y la amígdala del cerebro empieza a luchar para regular las respuestas al estrés. Como resultado, te sientes agitado, lo que te hace estar irritable y de mal humor con la gente que te rodea. También puedes acabar sintiéndote provocado, incapaz de pensar con claridad o de emitir juicios sensatos.
2. No puedes concentrarte ni tomar decisiones
Cuando su salud mental se resiente, es difícil mantenerse positivo o incluso reunir la energía y el entusiasmo necesarios para centrarse en el trabajo. En este momento, incluso puedes ser susceptible de no captar las señales sociales. La psiquiatra Syeda Ruksheda, de Bombay, explica a Vice que “el agotamiento se manifiesta a través de una fisura en las capacidades cognitivas, cuando una persona sigue olvidando cosas, es incapaz de concentrarse y sus habilidades para resolver problemas y tomar decisiones disminuyen”.
3. Empiezas a flaquear
Cuando tu salud mental se encuentra en una espiral descendente, es posible que te encuentres invariablemente flojeando en el trabajo. Faltar a los plazos, entregar trabajos a medias, saltarse reuniones, todo es de esperar si no se está concentrado, por lo que es mejor tomarse un descanso de las responsabilidades que hacer un trabajo a medias.
4. Enfermarse constantemente
Tu salud mental puede manifestarse a menudo con síntomas físicos. Puede que tengas el pecho apretado, el cuello y los hombros rígidos y el estómago en un nudo constante. Por no hablar de los dolores de cabeza, los dolores musculares y las náuseas constantes. Tu cuerpo siempre te dirá lo que tu testaruda mente puede resistirse: necesita descansar.
5. Tener problemas para dormir
El insomnio se considera un síntoma de agotamiento mental. Un estudio del National Institutes of Health, que pretendía explorar los parámetros biológicos y las alteraciones del sueño en relación con los síntomas del burnout entre trabajadores de oficinas, descubrió que el grupo con burnout declaraba experimentar mayores problemas de insomnio, fragmentación del descanso y sueño no reparador.
También se descubrió que las personas que sufrían burnout presentaban mayores niveles de ansiedad y depresión. Así que si la ansiedad del trabajo te mantiene despierto toda la noche, quizá sea el momento de tomarte un descanso.
Fuente. gq.com