Viernes, 22 de septiembre del 2023
Hidratarse de manera adecuada es fundamental para una buena salud. Evita molestias físicas, mantiene en buen estado los órganos y ayuda al sistema inmunitario, entre otros beneficios. De ahí que los médicos y nutricionistas insistan en que beber agua (también el té y el café son buenos hidratantes) sea un hábito bien asentado. Sin embargo, hay quienes no se aclaran sobre cuándo, cuánto y cómo deben ingerir los líquidos. Para ellos, la experta Bertina Fernández ofrece una serie de recomendaciones.
Lo primero que hay que entender es que la cantidad de agua diaria se calcula en función del perfil de cada persona y de su actividad física. "La recomendación es de mínimo de 1,5 a 2 litros al día, aunque esto dependerá de muchos factores, como, por ejemplo, la cantidad de agua que pierda cada individuo, el sudor, la respiración, o la cantidad en orina y heces", explica la doctora Bertina Fernández, especialista en Nutrición y Dietética.
En principio, las necesidades de hidratación están condicionadas por la época del año (en verano se suda más), las condiciones meteorológicas (cuando la humedad relativa del aire es alta hay que hidratarse más) y especialmente cuando hay una actividad física moderada o intensa. También están mejor hidratados quienes en su dieta ingieren verduras y frutas, puesto que son alimentos ricos en líquido hidratante que se incorporan al organismo.
No obstante, la especialista marca en 1,5 o 2 litros la mejor referencia para empezar. "Lo ideal es intentar asegurar el consumo mínimo todos los días", señala la especialista y miembro de Top Doctors.
El método para medir la cantidad de agua diaria necesaria que hay que beber
Hay varios métodos para detectar si la hidratación es correcta. "Existen dos maneras sencillas y prácticas para comprobar si la ingesta de agua es la adecuada", avanza la doctora Bertina Fernández. "La primera consiste en tener en cuenta la sensación de sed, una vez que ésta aparece, ya existe un 2 % de deshidratación, por lo que siempre debemos hacer caso y consumir agua en ese momento", apunta como el síntoma más evidente.
Un problema habitual es que hay personas que no perciben la deshidratación. "Los adultos mayores tiene más problema para darse cuenta de que no beben lo suficiente, ya que con el aumento de la edad se pierde la sensación de sed. Por ello es necesario estar pendiente de ellos y educarlos en un adecuado hábito de ingesta de líquidos", recuerda la especialista en nutrición deportiva.
La otra vía para detectar la deshidratación tiene lugar en el baño. "También es imprescindible tener en cuenta el color de la orina. Si tiene un color oscuro (amarillo fuerte, naranja) será necesario aumentar la cantidad de agua que se está ingiriendo. Lo ideal es que sea incolora o amarillo clarito y comprobarlo en la primera orina de la mañana", ilustra la experta en nutrición preventiva.
Para todas las personas con dificultades para prevenir la deshidratación o para quienes están perdidos con los cálculos de las cantidades adecuadas, Bertina Fernández remarca que lo mejor es alcanzar siempre la cantidad mínima y da un pequeño truco: "Podemos medir la cantidad según vasos de agua. Los 1,5 o 2 litros necesarios corresponden a entre 6 y 8 vasos de agua al día".
Precauciones para evitar la deshidratación
Una de las principales advertencias de los especialistas sobre la deshidratación está asociada al cambio de estación. Beber agua es algo habitual en verano porque favorece la sensación de refresco y cuando bajan las temperaturas desaparece este hábito, pero no el riesgo de deshidratación.
"Efectivamente, en invierno no suele apetecer la ingesta de agua debido al clima, pero sigue siendo necesario cubrir las pérdidas de la misma. Por ello, podemos fomentar la hidratación teniendo siempre una botella de agua con uno mismo o también a través de la ingesta de infusiones, ya que en esta estación será más fácil incluirlas", aconseja la especialista con un Máster en Nutrición Clínica, Alimentación, Nutrición y Bienestar General por la Universitat de Barcelona.
En último caso hay que aprender a reaccionar en caso de deshidratación. "Lo primero es detectarla. Como hemos comentado anteriormente, el primer síntoma es la sensación de sed, además de la orina oscura, por lo que en cuanto aparezca debemos beber. Otros síntomas pueden ser la fatiga, la confusión e incluso mareos", enumera Beatriz Fernández.
"La solución sería la ingesta de agua junto con sales, pudiendo utilizar bebidas deportivas. En caso de que los síntomas sean graves, puede ser necesario acudir a un médico de urgencia para realizar la rehidratación por vía intravenosa", afirma la nutricionista del Celta de Vigo. Son medidas de emergencia que no se deberán afrontar si se cumplen con los mínimos litros de agua que hay que beber siguiendo los pasos indicados por la especialista.
Fuente. menshealth.com