Domingo, 15 de diciembre del 2024
El método Lafay fue creado en 2004 por Olivier Lafay y ya se ha convertido en una alternativa a los gimnasios y máquinas. El método Lafay, también conocido como “sistema de proteínas”, se basa en un principio sencillo: usar tu cuerpo como única herramienta de entrenamiento. Está publicado en un libro, consiste en ejercicios y movimientos de musculación interconectados —110 en total—, que crean sinergia para un progreso óptimo. Quien lo intente no tendrá que levantar pesas ni inscribirse a un gimnasio; aquí la sala de tu casa o el cuatro de hotel se convierten en el salón de entrenamiento.
Método para hacer crecer la musculatura
Puede parecer cualquier otro programa de fitness, sin embargo, una de las cosas que diferencia a Lafay de otros métodos es la personalización; cada ejercicio, ya sea para ganar músculo o de estiramientos, se designa con una letra y un número —como A1, A2—, que corresponden a un movimiento básico y a sus variaciones. El sistema se basa en un avance suave, si en una sesión haces seis series de 10 dips, el objetivo será pasar a seis series de 11 la próxima sesión. Esto te anima a esforzarte más pero al mismo tiempo respetar tus propios límites.
Otro punto que caracteriza al método son los periodos de descanso ultracortos entre series, a veces tienes solo 25 segundos entre series. Aunque muchos piensan que al ser tan cortos son perjudiciales para los músculos, los resultados han demostrado lo contrario. Gracias a estos periodos de recuperación limitados, el cuerpo desarrolla fuerza, resistencia y músculo en el mismo movimiento. Cabe aclarar que “sin equipo y máquinas” no significa sin esfuerzo. El método está diseñado para evitar el equipo, invertir en una barra de dominadas es muy recomendable, pero si un mueble puede sustituir a un banco de pesas, ocúpalo.
El enfoque holístico del método Lafay
El método Lafay no solo es ejercicio físico, también incluye consejos nutricionales y estiramientos. En el tercer capítulo el libro dedica una parte importante a los estiramientos, generalmente descuidados, pero esenciales para prevenir lesiones y mejorar la flexibilidad. Y eso no es todo, el método ofrece una versión separada para hombres y mujeres con ejercicios adaptados a cada tipo de cuerpo y objetivo.
El método Lafay es una inversión mínima, un libro te abre las puertas a un programa completo sin necesidad de inscribirte a un gimnasio ni de utilizar máquinas de alta tecnología.
Además, el ritmo es perfecto, con dos o tres sesiones de una hora a la semana como máximo, es difícil encontrar una excusa para no hacerlo aunque la agenda esté llena. La fuerza de Lafay reside en su progresión continua que se adapta a todos, desde el principiante hasta el atleta más experimentado, con la seguridad de que superarás tus límites en cada sesión, y lo mejor de todo es que no necesitas ningún equipo. Tu sillón, una silla o incluso un rincón de la mesa se convierten en tus nuevos compañeros de entrenamiento. Y si pensabas que tus viajes o traslados para el trabajo iban a arruinar tu rutina, te equivocas. El método es tan flexible que te sigue a todas partes.
Los inconvenientes
Y ahora vamos con los inconvenientes del método Lafay. Si la promesa de entrenar sin equipo se mantiene, una barra de dominadas se convierte rápidamente en esencial para lograr los resultados deseados. Y para los amantes de los cambios, el método puede resultar un poco monótono si se repiten los mismos movimientos.
Hablando de nutrición, los consejos están ahí, pero seamos sinceros, son bastante básicos. Si buscas un enfoque dietético avanzado, te decepcionará un poco. Entonces, ¿es el método Lafay la clave para trabajar todos los tipos de fibras musculares sin máquinas? Para sus practicantes, la respuesta es un “sí” rotundo porque es accesible, flexible y apto para todo el mundo, es el aliado ideal para quienes buscan un enfoque completo y funcional, sin las limitaciones de la suscripción a un gimnasio.
Fuente. gq.com