5 razones para ver Nosferatu, la aterradora película de Robert Eggers

Jueves, 26 de diciembre del 2024

La primera versión de Nosferatu fue una película muda que se estrenó en 1922, donde el actor Max Schreck interpretó a un vampiro, calvo, con dientes y orejas puntiagudos y dedos alargados, que acechaba a sus víctimas en la oscuridad y ejercía un control misterioso sobre ellos.

 

Con el tiempo, más y más películas de vampiros fueron llegando al cine y dejando huella, algunas se inspiraban en las historias clásicas, como Drácula de Bram Stoker, otras tomaban referencia de los mitos y leyendas, y algunas decidieron apostar por la comedia o el romance, como en el caso de Twilight.


Poco a poco, la figura del vampiro dejó de ser aterradora e inquietante, hasta que llegó Robert Eggers, el director de The Witch, con una película que rescata los mejores elementos de los clásicos del viejo cine, y los trae al mundo moderno con una película que es visualmente impactante, y que además tiene grandes actuaciones y toda esa tensión psicológica que ya son parte del sello que identifica a las películas de Eggers.


La película de terror, que se estrena el 1 de enero, llegó con una calificación de 93% por parte de los críticos en Rotten Tomatoes, y con una película que demuestra que el cine todavía tiene algunos trucos para asustarnos.


¿Vale la pena ver Nosferatu de Robert Eggers?


El regreso de un clásico de vampiros

Nosferatu es tan icónico como Drácula, un vampiro de los de antes que vivía en la oscuridad y que tiene el control de controlar las mentes de sus víctimas, a las que acosa desde las sombras antes de acercarse a ellas y destruirlas. La película también se basa en la historia de Bram Stoker, pero es muy diferente a la versión de Coppola.

 

Ese Nosferatu de los años 20 determinó cómo serían los vampiros en muchas otras películas con el paso de los años, y Eggers nos trae una nueva versión que es sorprendente, oscura y extrañamente seductora.


Es una historia sobre obsesión, sangre y horror, donde los personajes son puestos a prueba y llevados a los límites de la cordura, donde pasan por momentos en los que no pueden controlar sus propios impulsos y deseos.


La magia aterradora de Bill Skarsgard


Bill Skarsgard hizo un gran trabajo como Pennywise, donde demostró que podía transformarse para construir a un villano inquietante, peculiar y muy oscuro, y vuelve a repetir esto en Nosferatu, donde toma el papel de Count Orlok.


Skarsgard se entrega por completo al personaje y se pierde en él, lo que vemos es al vampiro y no al actor, con una interpretación que captura la esencia del vampiro, y que combina bien con el tipo de terror que caracteriza a Eggers, donde la mente y su potencial para la oscuridad siempre se convierte en el punto central.


Por otra parte, Lily-Rose Depp hace un gran trabajo para expresar el horror en el que está atrapado su personaje, incluso cuando no está diciendo una sola palabra. La expresión de terror en sus ojos es difícil


El reparto es perfecto


Bill Skarsgard es Orlok, pero la película no descansa solo en él.


Como ya ha hecho hasta ahora, Eggers reunió a un gran reparto formado por actores populares, con talentos especiales, estilos etéreos y que sin duda parecen sacados de otro tiempo, entre ellos tenemos Lily-Rose Depp como una mujer perseguida por demonios internos y externos, a Nicholas Hoult como un hombre que se enfrenta a la posibilidad de perder a la mujer que ama ante la oscuridad, a une espectacular Emma Corrin, Aaron-Taylor Johnson, y al mismísimo Willem Dafoe, que es uno de los actores favoritos de Eggers, con quien trabajó en The Lighthouse y The Northman.


Terror que sí te va a asustar

El tipo de terror de Eggers es muy atmosférico y psicológico, y Nosferatu lleva esto a un nuevo nivel. Es evidente desde los primeros tráilers que la idea de Eggeres era la de llevarnos a un mundo marcado por las supersticiones y el miedo a lo sobrenatural.


De pronto, se siente posible que una persona sea perseguida por un vampiro, que una criatura nocturna aparezca para dejar cuerpos sin vida y sin sangre, y donde el poder de la imaginación lo vuelve todo más terrible.


La misión de Eggers era la de inquietarnos y asustarnos, y lo logra por medio de un muy buen cast, por los escenarios donde la belleza y el terror se mueven juntos, con la música, el uso de las luces y las sombras, y al mostrarnos a personajes que no pueden luchar contra sus propios miedos.


Fotografía y música: el paquete completo


Si hay algo que Robert Eggers domina es el estilo. Nosferatu, como el resto de sus películas, tiene una fotografía perfecta, una banda sonora que ayuda a crear un ambiente tenso y tenebroso, escenarios llenos de secretos y sombras oscuras, y muchos otros elementos que están ahí no solo para construir este universo, sino también para que nunca bajes la guardia y te sientas relajado viendo esta película.


Sin lugar a dudas, es una de las películas de terror con mejor fotografía, pero donde todo ese estilo se respalda con su historia y con el resto de los elementos. No se trata solo de crear algo que sea visualmente hermoso, sino de causar un impacto. Cada escena parece una pintura que merece estar

 

 

 

Fuente. gq.com

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