Domingo, 11 de mayo del 2025
El uso de redes sociales representa grandes ventajas para la comunicación, sobre todo entre personas que no necesariamente se frecuentan en la rutina, ya sea por distancia o por paso del tiempo. También, son una muy buena herramienta al momento de difundir eventos, mensajes importantes e incluso para comprar y vender objetos, pero más allá de las funciones prácticas de este tipo de vías, las personas actualmente abusan del tiempo que se recomienda pasar en ellas.
Una persona pasa alrededor de dos a tres horas de su día en redes sociales, sin descansar un solo día a la semana de ellas. Esto hace que recibamos información de estas fuentes de manera constante e incluso, provoca efectos en nuestra mente. De acuerdo con la psicóloga Lisa Damour, el problema a nivel psicológico del uso desmedido de redes sociales no es tanto el tipo de contenido que vemos, el cual puede ser tanto positivo como negativo para nuestras emociones, sino el tiempo que le dedicamos a scrollear por las redes, que en realidad, nos quita mucho tiempo del día que podríamos usar en otro tipo de actividades más provechosas para nuestro bienestar mental. Y esto se debe a lo bien diseñados que están los algoritmos, pues nos podemos quedar mirando el celular por horas, sin siquiera darnos cuenta ni planearlo de esa manera.
En respuesta a lo anterior, y a varias otras problemáticas que plantea el uso desmedido de redes sociales en cuanto a la felicidad que podemos sentir, estas son algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta.
Reconoce qué relaciones te importan
En redes sociales, podemos sentir que tenemos cientos de amigos. Y los tenemos, literalmente, pero en realidad, ¿cuántas de estas personas son significativas en tu día a día? Entender qué vínculos decides cuidar como prioridad te ayudará a restarle importancia a las opiniones de personas con quienes no cultivas una verdadera relación, además, te ayudará a prestar mayor atención a las formas de convivencia presenciales y los actos de atención que tienes con estas personas, fomentando tu sensación de pertenencia y, por lo tanto, tu nivel de felicidad.
Aprovecha lo bueno, y aleja lo malo
En el tema de las redes sociales, es importante evitar caer en extremos. Estas herramientas no son del todo malas ni del todo buenas. Más bien, para que te sientas mejor en el uso que haces de ellas, es importante que aprendas a distinguir qué te parece importante y provechoso de su uso, por ejemplo, si lees noticias ahí, obtienes recetas, tips de restaurantes o si cierto tipo de contenido te brinda algo importante a tu vida, para que busques dedicar tiempo solo a esto, y no a aquello que te genera malestar.
Haz una rutina
Así como tienes horarios para ir a trabajar, descansar, ir al gimnasio o cualquier labor que decidas incluir en tu día a día, incluye un horario para usar redes sociales. De esta forma, podrás regular el tiempo que pasas en ellas y no sentir frustración por haber desperdiciado mucho más tiempo del deseado en estos contenidos o por haberlo hecho en un horario en el que podrías haber realizado una actividad más provechosa.
Realiza actividades libres de celular
De manera consciente, puedes organizar actividades en tu día a día que sean libres de celular. Y mantén una distancia física de este aparato cuando las tengas. Por ejemplo, al momento de meditar, de leer o incluso de ver una película, deja tu celular en otra habitación. Lo mismo puedes probar hacer caminatas sin celular o salir con tus amigos sin el teléfono. Siempre y cuando tengas cubiertas las necesidades de seguridad y planes, podrás pasar a vivir el momento con mayor presencia.
No las lleves al plano presencial
Sin importar qué uso decidas hacer de las redes sociales, es muy importante que encuentres el balance entre estas y tu vida presencial. Por ejemplo, cuando estés en un café con tus amigos, aléjate del celular; haz lo mismo cuando estés en clase, en el cine o con tu familia, pues es importante que valores los momentos presentes que te darán una felicidad trascendente y que, de pasarlos mirando la pantalla, los perderás de vista.
Fuente: gq.com.mx